Así se veía Benjamin a color, el último tigre de Tasmania del que se tiene registro.
A primera vista, podría perfectamente ser el híbrido entre una hiena y un tigre. Con algunas rayas en la parte trasera del cuerpo —desde las caderas hasta los isquiones—, la especie fue orillada la extinción por la caza furtiva y el avance de la urbanización sobre su territorio natural. Así, después de años de explotación, el tigre de Tasmania fue reduciendo los números de su población. El último ejemplar se llamó Benjamín, y vivió en cautiverio hasta su último aliento en Australia.
El fin de una especie
En el marco del Día Nacional de las Especies Amenazadas, el gobierno de Australia promovió la memoria histórica de violencia contra los animales salvajes con el caso de Benjamín. Como el último ejemplar de tigre de Tasmania existente en el planeta, el animal pasó el resto de su vida en cautiverio. Finalmente, murió en 1935, y su especie, con él. Antes de su fallecimiento, se le tomaron videos analógicos que se conservan en el acervo del National Film and Sound Archive of Australia (NFSA).
A manera de un ejercicio de memoria, un equipo de expertos añadió color al último material gráfico del que se tiene registro sobre el tigre de Tasmania. En éste, Benjamín se acuesta a tomar el sol en su jaula.
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