Las astas -que no los cuernos- conforman una estructura
formada únicamente por hueso que es perecedera, pues todos los años se cae
(pero no a la vez, primero se cae un asta y luego la otra) y vuelve a crecer.
Es una característica exclusiva de los machos y la velocidad a la que crecen de
tamaño hace que sea el hueso de más rápido crecimiento entre los mamíferos.
Ahora, un equipo de científicos de la Universidad Queen Mary
de Londres (Reino Unido) ha descubierto el secreto detrás de la dureza de las
cornamentas de ciervos, renos o alces y cómo pueden resistir sin romperse
durante las peleas, pues absorben grandes cantidades de energía durante el
combate macho-macho sin resquebrajarse.
¿Qué los hace tan resistentes? Los expertos examinaron la
estructura de la cornamenta a nivel nanométrico (a una escala a casi una
milésima parte del espesor de una hebra de pelo) siendo capaces de identificar
los mecanismos detrás de esta súper fuerza: la ubicación de las fibras que
componen la cornamenta, escalonadas en vez de alineadas, hace que la sustancia
resultante sea más resistente.
"Las fibras que componen la cornamenta están
escalonadas en lugar de alineadas, lo que les permite absorber la energía del
impacto de un choque durante una pelea", aclara Paolino De Falco, líder
del trabajo.
Este hallazgo abre interesantes posibilidades para la
creación de una nueva generación de materiales con una mayor resistencia a los
daños como podría ser en el campo de las prótesis o incluso en la construcción
de edificios.
"Nuestro próximo paso es crear un modelo impreso 3D con
fibras dispuestas en configuración escalonada y unidas por una interfaz
elástica. El objetivo es probar que la fabricación aditiva se puede utilizar
para crear materiales compuestos resistentes a los daños", dijo Ettore
Barbieri, coautor de la investigación.
El estudio ha sido publicado en la revista ACS Biomaterials
Science & Engineering,
Por: Sarah
Romero
No hay comentarios.:
Publicar un comentario