INTRODUCCIÓN.
Movido por el deseo de que mis hijos supieran de los lugares que recorrí, de las personas que conocí y de mis experiencias de cacería, escribí estos relatos. Quise dejarles descripciones de nuestra tierra y de nuestra gente tal y como los conocí en mi juventud. El tiempo que todo lo cambia transformara todo esto en algo distinto, y el único modo que ellos tienen de llegar a conocerlos será a través de lo que dejemos escrito los que vivimos en esa época.
A medida que fui escribiendo y volviendo a vivir mis experiencias, me di cuenta que había pasado por algunas que fueron únicas, otras que fueron extraordinarias, y pensé que serian de interés para las personas que gustan de la naturaleza y de la caza. Me di cuenta de que la experiencia y los conocimientos que adquirí acerca de los tigres durantes esos años, es algo que debo compartir con los demás cazadores. Debido a lo anterior, considere que mis experiencias podrían ser disfrutadas por personas amantes del campo y de la cacería, a demás de mis hijos, y decidí juntar parte de este material y escribir este libro.
Aunque en general llevo un orden cronológico y desarrollo temas afines, escribí artículos sueltos para que se puedan leer indistintamente, de acuerdo con el interés de cada persona. Debido a eso hay datos que se repiten en distintos artículos.
Los cazadores que no son de nuestra región, leerán con asombro y posiblemente desdén, el que cacemos con rifle 22 o con escopeta, así como de noche con lámpara. Nuestros montes son cerrados, de mucha vegetación y rara vez se le puede disparar a un animal de día y casi siempre a no más de cincuenta metros de distancia y por un periodo muy breve de tiempo. Se usa la escopeta porque sus cartuchos tienen múltiples municiones y es más factible cazar algo con ella que con un rifle. La mayor parte de nuestra gente, por no decir todos, cazan primordialmente para conseguir carne para llevar a sus hogares. En nuestra zona es tradicional el uso del rifle 22 y esta supeditado a la pobreza del campesino. Debido a las distancias a que tiramos, si se tira bien, el rifle 22 es suficiente para matar desde conejos hasta tigres. Y no podemos pasar por alto la costumbre:
cazamos así porque desde chicos fue el único modo que se nos enseño, por ser el único que se usa en esta región.
Mi afán de nuevos horizontes me hizo recorrer regiones nunca vistas por la gente de la ciudad, y algunos de estos lugares nunca fueron pisados por seres humanos. Entre más distantes, o menos conocidos eran los lugares, mayores fueron mis deseos de conocerlos. Recorrí a pie o a caballo la mayor parte del norte de Veracruz, del este de San Luis Potosí y del sur de Tamaulipas. En especial el sur de Tamaulipas, con sus sierras de Maratines y Tamaulipas, fue él magneto que me atrajo intensamente en todos esos años.
Vivo con la esperanza de que nuestras autoridades se hagan conscientes de la destrucción impecable que se ha hecho de nuestros montes y sus animales, y encuentren la solución debida, para que nuestros hijos y nietos puedan disfrutar plenamente del campo y sus animales como nosotros lo hicimos.
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