Si alguien merece este apelativo de arquero profesional es sin duda el estadounidense Howard Hill. Nacido el 13 noviembre 1899 en Wilsonville, Alabama y fallecido el 4 febrero 1975 en Birmingham, Alabama Howard Hill fue un arquero espectacular, abnegado, constante y generoso, quien colocó a la arquería contemporánea en un sitial muy importante ya en la década de los 30, definido como "el arquero más grande del mundo".
Su dedicación a este deporte lo lleva a conformar su musculatura de tal manera, que tensaba arcos de 100 libras y tal vez un poco más. Hill practicaba varias horas todos los días y eso le permitió obtener una precisión y una fortaleza increíble. Incluso a la edad de 62 años podía montar y tensar un arco de caza de 75 libras con facilidad y comodidad. De hecho, dos o tres veces por semana iba a disparar un arco de esas características de entre 30 a 90 minutos, tirando de 110 a 150 flechas. A Howard le gustaba su arco limpio y libre de cualquier gravamen que puedan entorpecer la maniobrabilidad del arco disparando en movimiento. A su juicio, el cable y la polea de los arcos modernos restaban el romance del antiguo deporte del tiro con arco
Howard Hill montó su propia fábrica de arcos en la década de 1950. Howard Hill Tiro con Arco hoy la lleva un sobrino y está operado por los arqueros y los amigos personales de Howard, con quien la empresa se inició.
su reputación de gran cazador se forjó con la caza de animales salvajes, armado únicamente con un arco recto de su propia creación. Su libro “Hunting The Hard Way” refleja todas sus aventuras de caza en Estados Unidos y los increíbles trofeos que logró. Desde caimanes en Florida hasta osos, pumas y jabalíes en otras regiones de su país, conforman todo un record por parte de Howard Hill. En su haber se cobró más de 2.000 piezas y entre ellas figuran tres elefantes a los que mató a con un arco largo.
Sus tiros de larga distancia eran increíbles debido a la potencia de su longbow y a su experiencia. Nadie podía creer que un arquero podía cazar presas mayores con algo tan primitivo como un arco, pero el demostró que podía cazar un bisonte americano desde un caballo a pleno galope (y tuvo testigos muy asombrados).
Pero, tal vez, el logro más fantástico de Howard Hill, fue el haber cazado elefantes en Africa con un longbow (arco largo) de 115 libras de potencia y con una flecha de 41 pulgadas que le dio una penetración de 31,5 pulgadas buscando un punto entre las costillas hasta el corazón o los pulmones, punto débil del animal cuyo peso estaba en 10.000 libras. Demostró así que la limitación que Pope y Young, también arqueros, pusieron en cuanto al tamaño de las presas que se podían cazar con arco, no era efectiva. Que se sepa, fue el primer cazador en dar muerte a un animal de esa envergadura.
Era capaz de realizar tiros tan difíciles y de tanta precisión como disparar a una manzana o a una ciruela pasa situada sobre la cabeza de alguien y a una distancia de sesenta pies.
Otra notable hazaña de este gran arquero, fue el haber disparado un longbow de 172 libras logrando lanzar la flecha a 391 yardas con 21 pulgadas (todo un record).
Fue la única persona en ganar 196 torneos de tiro con arco en campo e incluido en el Hall de la Fama del Deporte de Alabama en 1971 por su habilidad en el tiro con arco
A lo largo de su vida realizó varios documentales cortos sobre el tiro con arco, a menudo realizando la toma él mismo como acertar a una moneda lanzada al aire o la división de una pelota de madera rodando. También se sentaba en el suelo y desde esta posición era capaz de dar en el blanco disparando su arco con los pies.
Pero de lo que seguramente muchos le recordarán es por su participación en películas manejando el arco Buffalo Bill (1944), El bandido del bosque de Sherwood (1946), Al otro lado del ancho Missouri (1951), etc.
Aunque su más famosa interpretación fue sin duda en Las aventuras de Robin Hood o Robin de los Bosques (1938) en la que fue el asesor, instructor y doble de tiro con arco de Errol Flynn, por ejemplo en el famoso tiro, icono de todos los tiempos, en que encaja una flecha sobre otra (lo que hoy conocemos los arqueros como un Robin Hood). Se dice que Howard Hill usó para la flecha un vástago de bambú, no de madera, para la famosa escena.
Además Howard, en la misma película haría un cameo como Elwyn ‘el galés’, que era uno de los participantes del concurso de tiro con arco, capitán de arqueros de los villanos, que se enfrenta a Robin Hood como finalista en el torneo por obtener la flecha de oro.
Para conseguir el realismo de las flechas que se clavan en los actores, Howard usaba flechas autenticas, a los especialistas se les colocaban debajo de los trajes, un trozo de madera de balsa, y cobraban 150 dólares por flecha recibida. Ninguno resultó herido.
También crearía una flecha especial que ayudaría al departamento de sonido a captar ese sonido típico, (usado años después, por el equipo de sonido Skywalker, en la saga de Star Wars).
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