martes, 20 de octubre de 2020

El primer fusil semiautomático en el mundo fue mexicano

Fuente El Universal

 Mochilazo en el tiempo

A principios del siglo XX, el general mexicano Manuel Mondragón, quien participó en la Decena Trágica, inventó el primer fusil semiautomático, antecesor de las metralletas. Se llamó Fusil Porfirio Díaz Sistema Mondragón Modelo 1908, y se utilizó en varios países y guerras hasta la década de los 80.



Durante el Porfiriato en la Ciudad de México se modernizó el Colegio Militar para que los alumnos aprendieran nuevas tácticas bélicas e innovaran los artefactos y armas de guerra, el entonces adolescente Manuel Mondragón ingresó a este centro educativo donde destacó en la especialidad de Artillería. 

 Mondragón nació en 1859 en Ixtlahuaca, Estado de México. Una vez graduado escribió manuales sobre reparación de armas y ejecución del tiro. También fue profesor en el mismo Colegio Militar e inventó el Fusil Porfirio Díaz Sistema Mondragón Modelo 1908, el primer fusil semiautomático utilizado por el ejército, de acuerdo con el archivo histórico de la Secretaría de Defensa Nacional.



Retrato del general Manuel Mondragón a principios del siglo XX. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.


Dicha arma fue la primera semiautomática fabricada en serie en el mundo. El gobierno de Díaz apoyó financieramente la realización del prototipo, pero la industrialización mexicana daba apenas sus primeros pasos y no estaba en condiciones de producir un diseño tan moderno, por lo que la empresa suiza Scheweizerische Industrie Gesellschaft (SIG) firmó un contrato para su fabricación. 

Los años dorados de industria armamentista mexicana fueron desde la década de los 30 hasta los 70, cuando el sector privado comercializaba armas y era común encontrar tiendas dedicadas a venderlas. También podían encontrarse en la sección de deportes de las tiendas departamentales, según datos de la Asociación Mexicana de Usuarios de Armas de Fuego. 

 La llegada a México de los primeros 400 fusiles Mondragón coincidió con la renuncia de Porfirio Díaz en 1911. En ese entonces la industria armamentista comenzaba a tener mejoras, por lo que el arma comenzó a fabricarse en el país. Su producción cesó en 1949 y pasó a ser un “fusil ceremonial”, según la Asociación. 

De acuerdo con la Secretaría de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, el fusil, que trabajaba con presión de gases para realizar disparos con gran potencia, fue tan sofisticado para su época que uno de sus compradores fue la fuerza aérea alemana a inicios de la Primera Guerra Mundial.  

Esta compra se dio cuando la SIG rompió el contrato de la producción del fusil con México debido a la Revolución. En tanto que los alemanes encontraron que el arma tenía un mejor uso al dispararse a gran distancia, desde sus aviones, acorde con el Museo de Armas de Fuego de Estados Unidos.

El arma de Mondragón reemplazó a los fusiles de guerra de cerrojo con cargador porque al disparar, ya no era necesario volver a cargar. Al proyectar una bala, otra se colocaba automáticamente en la “recámara”. Esta novedad fue el antecedente para las armas de disparo de ráfagas como la metralleta.


Diagrama del fusil Mondragón cuya patente fue el 14 de mayo de 1907. Fotos: Wikimedia Commons.

El arma incluso llegó a las filas del Ejército Imperial Japonés y cuando éste cayó, el fusil pasó a manos del Ejército Popular de Liberación de China. Varios países produjeron el arma hasta la década de los 80. 


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