jueves, 28 de abril de 2016

Cazadores mojados

 
 



No resisto y vuelvo a Contestar el llamado de los guajolotes

Abril 22, 23 y 24 del 2016

Viernes 22 de Abril Invitado por mis buenos amigos Javier Cueva, su hijo Raúl el Chino  y Augusto Eichelmann, Salimos Tito y Yo a las 5:30 de la mañana con luz de día ya estábamos en la casa del rancho, acomodamos nuestro equipaje y provisión y como era temprano fuimos por Javier a su espiadero portátil desde el cual estaba cazando con arco, vio varios guajolotes esa tarde uno de ellos le salió cerca no le disparo por encontrarse de espaldas a él, con arco es muy difícil cazar y muchos guajolotes se van heridos, volando con la flecha atravesándoles el cuerpo se van a morir pero no lo encuentras, yo no conocía el rancho  y vi el enorme cañón que tiene al fondo cerca de 5000 hectáreas de sierra y planicie con ojo de agua y muchos guajolotes.

Sábado 5:30 de la mañana, me despierto y todos tomamos una tasa de  nescafe y pan de dulce,  nos llevamos una ración de emergencia 2 o 3 tacos de harina con huevo y chorizo me los preparan en la casa.

Me quedo en mi espiadero favorito que mi hijo Toño en otra cacería arreglo con ramas y troncos secos, para que los guajolotes no pudieran vernos tan en lo abierto, un espiadero usado muchos años sin mejorarlo ya quedo para todos lo que lo utilicen, Javier muy amablemente me presto un impermeable tipo capa ya sabíamos que llovería todo el día también me facilitó una malla camuflajeada para cubrirme la espalda normalmente los guajolotes entran por atrás del cazador lo ven y comienzan a cuitiar , Peligro! Se esconden y ya no salen cerca , Javier me ayudo a acomodar la silla de lona y la malla y se fue con Tito a los espiaderos, yo tengo espiadero tipo carpita pero no alcance a llevarla.

Empezaron su llamado los guajolotes escuchaba machos muy cerca siempre en la parte de atrás, normalmente yo tengo la escopeta apuntando al comedero pero como los escuchaba atrás de mi la cambie para esperar su paso por un llanito ya el Chino le había abierto una ventanita entre las ramas para poder ver y disparar, pasaron unos minutos y empezó a cuitiar el guajolote atrás de mí , podía ver el cañón de la escopeta, no se podía tapar, deje de escucharlo y al poco rato vi un macho entre el matorral solo le veía la cabeza, le dispare y por el monte no podía ver si había pegado me fui casi corriendo lo busque y no encontré nada, los guajolotes aun heridos casi no tiran sangre, me regrese al espiadero a mojarme y esperar la llegada de más guajolotes, como yo no sé usar el reclamo, me espero a que lleguen y me funciona bien. Al poco rato llego otro macho me di cuenta ya que empezó a cuitiar, venia por el camino y me vio , no le podía disparar no había ventana y estaba apuntando hacia el otro lado, se vio grande, pasadas las 12 del medio día llegaron Tito y Javier, me ayudaron a buscar el guajolote al que le dispare, pero no lo encontramos. En el Rancho ya estaba el Chino esperándonos y quería irse a cazar temprano yo también, pero Tito y Javier decidieron esperar un rato y nos fuimos a las 3 de la tarde , llegamos a mi espiadero y vimos que salieron del comedero varios guajolotes, Raúl el Chino dijo que eran 6 machos , yo alcance a ver unos 2 , me acomode bien para mojarme y esperar a ver si regresaban al huir se desparraman y poco más tarde se llaman para volver a juntarse. Estoy tirando con posta 2 y escopeta 1100 prestada por el dueño del rancho, me salieron varios guajolotes llevaba los prismáticos para checar bien los matorrales y al ver guajolotes que fueran machos adultos y con buen peine, escuche que llamaba un guajolote macho cerca del comedero y me prepare con la escopeta entraron 2 machos y que espectáculo tan hermoso que emoción tan grande tenerlos a 30 metros uno voló y pude dispararle pero no tiro al vuelo y solo los disfrute, al poquito rato me sale otro guajolote que iba al comedero , me vio y corrió.

Al llegar al rancho en la camioneta de Tito vimos adentro de los corrales un guajolote que no podía salir la cerca tiene muchos palos de barreta muy juntos para que no se salgan los pollos y gallinas y que no entren los depredadores por ellas, hace años tenían cientos de gallinas, el guajolote no hacía por escapar volando se bajó Javier con su arco y se preparó a dispárale a unos 25 o 30 metros, encuentra el guajolote una salida y se escapa, al Irnos a los espaderos ese medio día nos salió un coyote que estaba tratando de entrar pero no pudimos cazarlo, llegamos al espiadero y me resigne a seguirme mojando ya serían las 5:30 de la tarde y opte por quitarme el aparato auditivo del oído derecho dejando el izquierdo para escuchar mejor los llamados y el trinar de pájaros y palomas arrolleras , graznido de cuervos y muchas tortolitas y chachalacas, me cambie de gorra guarde la calientita que ya estaba empapada me puse una cachucha con malla me saque el aparato izquierdo y apunte la escopeta con dirección al comedero en minutos veía el movimiento de los guajolotes en el matorral que rodea el comedero este tiene un árbol grande y una área cerrada de unos 50 metros cuadrados para que tengan una idea cuantos años se han cazado guajolotes en este rancho , adentro de ese espacio hay un comedero tipo tripie tirado sin uso y una escalera hoy suben y bajan una tinita. Emocionadísimo y con la boca seca veo entrar un guajolote macho por una esquina del cuadro le apunto muy bien sé que a los 3 o 4 pasos me va a ver con casi medio cuerpo mío a la vista, al disparo noto el impacto de las postas me voy detrás del guajolote sin ver nada solo al rumbo, camino unos 50 metros más con la 1100 cargada y en la mano, no rastreo estos pájaros no tiran sangre , voy por una vereda san Huberto me lleva de la mano, encuentro muchas plumas y veo que son del pecho ya más contento y confiando en san Huberto sigo una vereda y otra me parece verlo y es mi guajolote, lo encontré utilizando la táctica de caminar despacio con los ojos bien abiertos, al fin es mi trofeo lo levanto , en el rancho peso 8 kilos y el peine midió 9 pulgadas o un poquito más , batallo para cargarlo volteo a buscar el comedero y no lo encuentro así que tome la decisión de bajar a buscar el camino o el arroyo aclaro que cada 10 o 20 metros bajaba el guajolote para descansar y en la hojarasca lo arrastraba, ya no sentía la lluvia llego al espiadero y acomodo el guajolote ya tarde llegan  por mí , Raúl había cazado un macho muy bueno.

 


 Domingo 24 de Abril

A las 7 de la mañana ya estaba acomodado sin el impermeable, escuchando el llamado de los guajolotes, salía un poco el sol, oía el llamado atrás de mi por el comedero y por los 2 lados del camino estaba rodeado de machos estuvieron llamando una hora o más veo venir un macho por el camino, yo tenía la escopeta apuntando a esa dirección, recargada en un tronco y la sostenía con mi mano derecha le apunto , viene al comedero me tapa un tronco del mezquite, quito el seguro , lo escucho cuitiar y se desaparece ya casi lo tenía en el morral. Fue una buena oportunidad lo salvo su extraordinario sentido del oído , me vuelvo a acomodar , viene un guajolote por el camino y cuitea al verme acomodo la escopeta y la sostengo con mi mano , Cuit, cuit cuit atrás de mi me está viendo y cuitea unos minutos al fin veo que pasa un claro a unos 30 metros le disparo y fallo el tiro ya me tenía frito.

Llegan por mi Tito, Javier y Raúl todos tuvimos buena suerte y cazamos excelentes trofeos!.





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